23 de enero de 2010

DÉCIMO


El problema vuelve cuando resulta que la sartén no tiene mango, pero en las instrucciones pone que hay que cogerla. Se acaban ahí las líneas rectas y la fábrica de causa-efecto habrá cerrado o se la habrán llevado a China.
Por otra parte todo me recuerda demasiado a Corto Maltés. Que seguramente era un pirata, y estaba mucho más gordo de cómo lo pintan. Pero después de todo, sale airoso de su zarzal, y yo me enredo en el mío, que es más pequeño.

La culpa de todo la tiene Corcobado, por ser tan sincero.

3 comentarios:

  1. El problema de Corto Maltes es que nunca consigue salir de su zarzal

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  2. pero camina por el, y al menos su camino es ascendente, da al menos la sensacion de saber lo que hace

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  3. Jo, me parece incluso irónica tu "actualización" (¿En el blog realemente se llama actualización o entrada?), peeero bastante genial.

    Hay un momento en el que toma ritmo de canción y todo, con aire planetero. (Ahora eso sí, opinar de piratas y sartenes... no mucho; de causa-efecto sí). Jojo

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