4 de febrero de 2011

TRIGÉSIMO PRIMERO

Menudo cambio estos abrelatas que hay ahora, que cortan la chapa según giras una manivela, qué maravilla.
Desde luego mucho mejor que aquellos pinchos infernales, aquellos que dejaban un arma mortal de hojalata, un montón de pinchos de color dorado cutre.

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